Tengo un problema con las fechas especiales,
sobre todo porque no las recuerdo,
porque considero que soy mala dando detalles,
y porque mi mente se queda en blanco cuando pienso en un regalo.
Pese a eso, no dejo de celebrarlas, y en muchas ocasiones de anhelarlas.
Hace un año, si no me falla la memoria, estaba de visita en otro país,
ya sabes, cuando vas por primera vez a un lugar tratas de conocer todo lo que puedas;
pero además la persona que visité le gusta caminar mucho, entonces caminábamos como tres horas diarias, y por eso saqué tantas piernas (JAJA), y memoricé muchos caminos.
Así que aprendí dónde quedaban las droguerías, los centros comerciales, el cine, los parques, las grandes vías, los monumentos, la universidad, las bibliotecas, los supermercados, la iglesia, la tienda de postres y pasteles, el tren y la parada del bus, también sabía de memoria a qué horas esta persona entraba y salía del trabajo, así que comencé a planear un gran proyecto "una fecha especial, en un día no especial" ¿Cómo así? bueno, ya te explico.
No veía a esta persona hace como 3 años, y pasaron 3 años donde no pude quedarme en blanco, ni preguntarme todo el tiempo ¿Qué le gustaría de cumpleaños?, esos años fueron terribles, aunque yo "tengo un problema con las fechas", no tengo un problema con las personas, y menos con esa, (bueno, a veces si peleamos un poquito).
El caso es que pronto me iba a ir porque tenía que regresar a Colombia, pero mi meta fue celebrar su cumpleaños antes de hacerlo, aunque no era el mes, ni el día, ni la hora de su cumpleaños.
Así que hice los planos:
Tenía que intercambiar el dinero (obviamente para comprar toda la maquinaria)
Tenía que saber cuanto costaba cada cosa (no soy rica, vale?)
Tenía que buscar el lugar correcto para comprar el pastel (el país que visité no hace pasteles tan ricos como en Colombia)
Tenía que saber donde comprar los globos o lo que sea que iba a colocar para adornar (además de las velas, y el regalo)
No tenía ni idea de que regalarle, pero bueno, ahí le hacemos.
Con todo esto en mente comencé buscando de aquí para allá, cuando esta persona y yo salíamos a caminar, aprovechaba todas las oportunidades para ver cuál era el lugar perfecto para comprar todo.
En muchas de las salidas, le pregunté qué le gustaba y un día ¡Bingo!
-Me gusta el Cheesecake de maracuyá- me dijo mientras entrabamos a una pastelería muy tierna, como esas de películas y nos comimos un trozo (por cierto, allí si era muy delicioso).
Luego, (no me van a creer), pero cuando fuimos a la iglesia me presentó a varias mujeres muy carismáticas, y además una de ellas trabajaba en intercambio de dinero, ¡Bingo 2!
Otro día me dijo que le arreglara las uñas, pero no tenía limas, ese fue el ¡Bingo 3! (JAJA) y por último, cuando estábamos teniendo una conversación muy intima me dijo que había migrado de Colombia y ahora estaba en ese país porque necesitaba ahorrar mucho dinero, entonces SI SEÑORES, ese fue el ¡Bingo 4!
No más bingos, esos fueron suficientes.
Tres días antes de hacer "la fecha especial", contacté a la intercambiadora (bueno, la mujer carismática que conocí) y caminé hasta el lugar; Google maps me decía que esa era la cuadra pero yo no encontraba el almacén, (caminé como 8 veces por la misma cuadra) hasta que me di cuenta que estaba adentro del centro comercial que quedaba ahí mismo frente a mis ojos.
Cuando por fin cambié el dinero, fui a la pastelería tierna y encargué un cheesecake de maracuyá grandote, como para comer todo el mes, en tres días tenía que ir por él.
Dos días antes de "la fecha especial" fui a comprar los "detalles", (lo pongo entre comillas porque no sé cuando uno regala esas cosas de cumpleaños), y compré banderitas rosadas, globos de pepitas rosadas, palitos de velas rosadas (porque no sabía cuantos años exactamente le iba a celebrar), una alcancía rosada (esta persona dijo que estaba ahí para ahorrar) y una lima rosada.
¿Por qué compré todo rosado? porque a esta persona le gusta, si me conoces sabes que a mi no.
Y se llegó "la fecha especial, en el día no especial", acomodé la habitación, fui por el cheesecake muy juiciosa, pegué los globos, acomodé los "regalos" que ni empaqué, y comencé a escribir una carta (que no terminé porque alguien tocó el timbre), adivinen quién era... Si, era la persona. Y comencé a ponerme muy nerviosa, porque no había acomodado el pastel perfectamente ni le había puesto las velas, no había terminado la carta ¡Me faltaba la mitad!
Entonces le abrí y le dije, - espéreme ahí afuera, no me demoro- (lo juro, no me demoré), me propuse a decirle audiblemente lo que no pude escribir en la carta, y acomodé todo.
Y cuando por fin la dejé entrar, ella estaba sorprendida, también estaba desconcertada, (lo digo porque miró como cuando tu no sabes qué está pasando) y le dije, "feliz cumpleaños mami, hoy no es el día, pero no quería irme sin antes celebrarlo".
Cada vez que tengo la oportunidad de recordar lo muy feliz que estábamos las dos, trato de no llorar, pero es imposible, porque te extraño mucho y te amo demasiado.
Y aunque hoy no es un día especial, te regalo esta historia mamá, para ti escribiría todas las que me pidieras.
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Posdata: todos los hechos son reales.
Hermoso mensaje, resalto lo autentico y emocionante de lo escrito. El sentimiento hacia la madre es indescriptible muchas veces, no imagino cuanto seria el amor que ella tiene hacia ti ♥