Hace muy poco viajé a un lugar increíble de la tierra, era una especie de oasis en medio del desierto y aquel lugar guardaba ciertas maravillas que deseaba explorar.
Podría parecer gigante, caminabas y veías casas cuidadas con arboles vigorosos y raíces robustas, arbustos raros, calles limpias, andenes nuevos, diferentes culturas y todo rodeado de enormes montañas de arena.
En las noches era otro escenario solitario de típico "oasis en medio del desierto" pero los bares estaban llenos y habían borrachos vomitando en las calles, música extraña saliendo de los puestos de comida y perros descansando en los parques, esas y muchas otras ideas podrás tener del lugar que te hablo.
Un día subí al lugar más alto para observar la cuidad y entonces pensé, "ciudad artificial".
Las casas ya no parecían lugares bien cuidados, y los arboles eran color verde opaco, como si una mano con mucha tristeza los hubiese pintado, los techos llenos de polvo, las calles largas y vacías, una autopista en la que caminaban hormigas (porque así se ven los autos desde lo alto), el viento frío, los pocos edificios, la tierra sin lagos, ríos, mares, todo seco, todo distinto.
Y las montañas de arena ahora mas imponentes que nunca eran la única verdadera atracción de todo el lugar, el sol les daba un toque dorado a cada granito de arena y brillaba, como si fuese oro, o el mismo sol estuviese en el suelo.
Las pequeñas líneas que rodeaban la montaña de arena daban la sensación de que un par de serpientes habían creado tal fenómeno.
Y esa gran ciudad artificial, solo era una invasión, solo era generadora de contaminación lumínica o un lugar creado para que te estanques y no te des cuenta de cuán estancado estás.
Sin embargo aprendes a amar esa ciudad, no por ser ella, sino por la fortuna de la que se rodea y los secretos que atesora, por la profunda paz que aparenta, por las experiencias que te ofrece y los lugares a los que te lleva.
Tú, cuidad artificial o maqueta de universitario ¡Que valor adquiriste! aprobada por el mayor de los maestros y evaluada por el resto de la sociedad. No eres linda por ti, sino por tu creador.
Desierto de atacama, enero 2019
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